
Se trata de un decreto que busca ampliar las zonas de explotación, a pesar de la advertencia de las Naciones Unidos. El proyecto planea volver sobre los puntos que se vio obligado a retirar en la Ley Bases del año pasado. La clave es modificar protección de las áreas cercanas a los glaciares solo a aquellas que sean "únicamente de roca o de escombros activos".