¿Sabés cómo elegir un seguro?

Antes que nada, definamos qué es un seguro. El saber popular lo definirá como un contrato convenido con una aseguradora por el cual -cumpliendo ambas partes sus obligaciones- se indemnizará al cliente en caso de siniestro. Sin embargo, hay otra manera de verlos: una póliza de seguros es una inversión que permite hacer frente a una situación adversa, ya sea la reposición de un bien oneroso (como un auto, una vivienda, etc.) como la indemnización a una persona por cuestiones que pongan en peligro su salud, su integridad o su vida.

Por lo tanto, como recomendación general, siempre es mejor contar con un seguro que no tenerlo, ya que las implicancias económicas son muy costosas. Sin embargo, existen coberturas obligatorias y otras que son opcionales. Los seguros obligatorios son: seguro de autos (aunque sea la cobertura más básica de Responsabilidad Civil), ART (Riesgos del trabajo) y Vida Obligatorio, estos dos últimos son obligaciones de los empleadores al tomar personal en relación de dependencia.  

 ¿Cómo contratar un seguro?

Nuestra aseguradora se caracteriza por trabajar únicamente a través de Productores Asesores de Seguros. Nosotros confiamos en profesionales para la comercialización de nuestros seguros ya que creemos que un asegurado necesita no sólo contratar la cobertura sino también tener una evaluación apropiada de sus riesgos, contar con distintas opciones y sobre todo ser asesorado en caso de siniestro, dudas o consultas. La contención es fundamental, ya que en las situaciones más adversas, como la de siniestro, es necesario estar acompañado por quien sabe cómo actuar.

¿Cómo elegir la cobertura adecuada?

Cada aseguradora ofrece productos con coberturas que varían en beneficios y servicios. Por eso, antes de contratar una póliza, es crucial evaluar las necesidades particulares de cada persona o bien. La elección de una cobertura no es una decisión estándar, ya que todos tenemos hábitos diferentes y, en consecuencia, nos enfrentamos a distintos riesgos.

Es aquí donde entra la importancia de contar con un Productor Asesor de Seguros, un profesional del sector con el conocimiento necesario para analizar los riesgos a los que está expuesto un bien y ofrecer opciones personalizadas. Un asesor experimentado puede ayudarte a entender cuál es la cobertura que realmente necesitas, según tus circunstancias específicas. Por ejemplo, no es lo mismo la cobertura de un propietario que alquila su vivienda de manera temporal para turismo, que la de un inquilino de una vivienda permanente. Lo mismo sucede con los vehículos: una persona que usa su automóvil solo los fines de semana no tiene las mismas necesidades que quien lo utiliza para viajes de trabajo frecuentes.

La clave de la diferencia entre los seguros radica en cómo los usamos, qué riesgos enfrentamos, y qué servicios adicionales son más relevantes para cada asegurado.

En este sentido, Providencia se destaca por diseñar productos pensados en las necesidades locales y específicas de sus clientes. A medida que avanzamos, estamos apostando por coberturas modulares, es decir, opciones que se adaptan de manera dinámica a las necesidades cambiantes de nuestros asegurados. Esto permite que cada cliente pueda contar con una cobertura a medida, ajustada a sus hábitos y circunstancias personales, brindando una protección más eficiente y acorde a sus expectativa así como un inspector propio para una mejor medida de la exposición, el riesgo y precio para determinar coberturas "taylor made" para riesgos industriales.

¿Cómo elegir mi aseguradora? 

Nuestro mercado asegurador cuenta con muchas opciones pero para elegir una aseguradora es preciso evaluar no sólo el costo del seguro, sino qué servicios adicionales presta y cuán confiable es. Eso se determina por su solvencia, respaldo, solidez patrimonial y reaseguradores. En nuestro caso, Providencia Seguros tiene más de un siglo de historia, es de capitales nacionales y cuenta con el respaldo de reaseguradores internacionales de primer nivel.

Para cerrar, compartimos tres consejos de práctica cotidiana para resolver más rápido y mejor:

Siempre tené al alcance de tu mano la documentación respaldatoria del seguro  -en el caso del auto la tarjeta de circulación, si es un comercio u hogar, el certificado de cobertura- y los datos de contacto de tu Productor Asesor de Seguros y/o de la Aseguradora.
No demores más de 72 hs en denunciar un siniestro. Comunicá la situación a tu Productor y/o a la Compañía lo antes posible para que la gestión que se desprende de esta situación comience cuanto antes.
No decidas la contratación de un seguro sólo por su valor: lo barato sale caro y lo caro no es sinónimo de bueno. Hay opciones que se adaptan a tus necesidades de protección y económicas.
 

Elijas lo que elijas, estar asegurado siempre es la mejor opción: tu tranquilidad no tiene precio.

 *David Ángel Pérez es gerente general de Providencia Seguros y especialista en el área técnica de seguros.